Twitter

miércoles, 21 de julio de 2010

Los movimientos de la crisis


Hace ya un tiempo que estamos en crisis, tanto que ya ni me acuerdo cuando empezó, pero sin lugar a dudas no está dejando títere con cabeza.
Y es precisamente el fenómeno de la crisis lo que está provocándonos cambios sin precedentes. De hecho la palabra crisis significa eso, cambio.
Entrando en cada familia a modo de huracán, la crisis puede modelar nuestras vidas y puede dejarnos enormes heridas abiertas cuando se vaya.
Uno de los primeros factores en que nos puede afectar es sin duda el trabajo. El mundo laboral se ha venido abajo en todos los sectores, tirando el uno del otro como si de un dominó se tratara, dejando a su paso miles de arruinados y una morosidad preocupante.
Es curioso hasta donde llegan ya los desaucios que el otro día miré una oferta de pisos que Banesto ofrecía, y que perfectamente competían en precios con las viviendas de VPO. ¿Son los bancos las nuevas inmobiliarias?.La medida me parece de un cinismo sin precedentes, ya que con el apropio de los desaucios ahora quieren favorecerse los bancos, algo que no deja de ser llamativo.
La otra parte es la de los pisos de VPO, ofrecidos como regalos caídos del cielo y que lo único que están haciendo es potenciar si cabe aun más la crisis económica, degenerando en una desesperación colectiva por conseguir el modelo que le han marcado, y eso en España solo tiene un nombre, ser propietario.
Posiblemente una de las grandes secuelas de esta crisis es que cambiará ese modelo y empezaremos a vivir de alquiler vitalicio, tal como pasa en paises como Inglaterra o Estados Unidos.
Por otra parte está el tema de la desesperación económica, que lleva a la ruptura de muchas parejas, con la consiguiente proliferación de familias monoparentales que disminuye si cabe aun más el poder adquisitivo.De aquí surge también el problema de la llamada "vuelta a casa", es decir, los hijos, arruinados en la crisis y separados en sus matrimonios vuelven a casa de sus padres por no tener materialmente posibilidad de ir a ninguna parte.
La falta de trabajo en sí puede potenciar movimientos políticos con el objetivo de la creación de empleo, pero sería un empleo de baja calidad y de tipo temporal que no contentaría a nadie y llevaría al descontento social.
Y por supuesto la movilidad geográfica, al modelo de USA, nos podría afectar de lleno dando lugar a movimientos migratorios en busca de un empleo.
La polarización social se acentuaría. Con la crisis surge también la austeridad, y con ella la corrupción, la falta de oportunidad aumenta el engaño y desarrolla un sentimiento adverso.
Visto esto quizás las consecuencias después de la crisis sean el verdadero problema del que nadie habla, y los miles de arruinados y desauciados se verán arrastrados a una nueva clase pobre.
¿Sera este el principio de una esclavitud económica?. Ya veremos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario