La Colonización China

En este post voy a comentar algo que me preocupa, y es sobre ese tema del que tan jocosamente hablamos todos. Me refiero a las tiendas de chinos y a la invasión económica de la que poco a poco estamos siendo expectadores privilegiados.
Este gigante asiático exporta sus productos a los mercados occidentales, donde terminan vendiéndose. De hecho China se ha convertido en la mayor potencia manufacturera del mundo, sobre todo en el sector de la producción de electrodomésticos y textiles, debido al bajo coste de la mano de obra, cuyo salario en las regiones industriales ronda los 70 euros mensuales. Se calcula que aproximadamente un 25% de todos los bienes manufacturados del mundo se produce en China.

Hemos de reconocer que China que hace unos años salió del comunismo y entró en el mundo capitalista, está dando salida tanto a sus productos como a su población de 1300 millones de personas, que prácticamente es interminable. De hecho ya es bien conocida la caza de brujas que se traen con el número de hijos que nacen para frenar un poco ese sin control.
Posicionados en un lugar privilegiado, este país es el cuarto más grande del mundo en superficie total, y el tercero más grande en superficie terrestre. Dada su extensión, contiene como es natural una gran variedad de paisajes y zonas climáticas.
Siempre ha sido un pueblo que ha emigrado, debido a su rebose poblacional, incluso se dice que la gran muralla cumplia la doble función de proteger el país pero también de no dejar salir mas allá de las fronteras.
Expandiendose por todo el mundo esta migración parece algo imparable. Y si miramos entre lineas solo podremos confirmar lo obvio, una expansión que está cambiando el modelo económico de España.
Sin lugar a dudas su tradicion comercial la llevan a gala y en eso nos ganan por goleada. Los chinos tienen un don especial para captar los precios de mercado y utilizarlos a su antojo. Por eso no es de extrañar que en principio pongan un precio y lo vayan subiendo sutilmente.
Entre sus virtudes está la familia, la cual está muy unida, apoyandose entre ellos y usandose de trampolín unos a otros. Estas familias rara vez se mezclan con población que no sea china, ya que su estructura depende de la endogamia, que le proporciona los lazos suficientes para sobrevivir.
Esta primera toma de contacto es la mas difícil para ellos, ya que tienen que instalarse en un país que no es el suyo. Pero este no es el verdadero problema para nosotros.
Sus hijos van al colegio, se integran con nosotros y aprenden nuestra cultura, pero el truco está en que no renuncian a la suya.
Los chinos son listos como el hambre, son animales comerciales, calculadores, a penan se equivocan, con gran visión de futuro.
En pocos años hemos visto que de pasar a vender diademas luminosas en las ferias han llegado a montar restaurantes, para después invadir las calles de bazares.
En muy poco tiempo se han instalado empresas chinas con empleados chinos en los polígonos industriales de toda Europa, abasteciendo a estos mas pequeños.
Hace no mucho que he tenido la oportunidad de vivir cómo han aprendido a convertir una tienda de todo a 1 euro en un mini mercado de productos de todo tipo demandados por una población que alimenta su estrategia.
La última propuesta que he visto es un espectacular chino que ha adoptado exactamente el modelo Zara con música , ropa, mobiliario, todo igual.
Pero lo mas preocupante y escalofriante es cuando me di cuenta que ya hay trabajadores españoles trabajando para ellos por un mísero sueldo.

¿Hasta donde estarán dispuestos a llegar?, ¿serán capaces de instalar aquí toda su infraestructura e industria pesada?, y si fuera así ¿estará Europa a las puertas de la colonización china? ¿Tomará china el modelo de colonización europeo en África para esclavizarnos?. De ser así dentro de poco nosotros seriamos un país del tercer mundo trabajando en las grandes industrias del gigante, unos productos que tendrían salida en una Asia enriquecida, consiguiendo así cambiar la tendencia económica que no pocos predicen.

Esperemos no vivir para contarlo.