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lunes, 19 de julio de 2010

El alma del cuerpo


Seguramente alguna vez os habréis preguntado que es el alma y sobre todo que pasa con ella cuando una persona fallece. No voy hacer aquí una exposición magistral de un tema que el hombre no ha sabido solucionar en miles de años, pero intentaré dar una visión personal de lo que para mucha gente es una de las preguntas mas trascendentales de la historia de la humanidad, ¿ para que estamos aquí? ¿ para que hemos nacido?
La respuesta es tan difícil que muchas veces no queremos responderla de cara, y la evadimos rodeandola. Este es el caso de ciertas religiones, que han explicado la aclamante pregunta con repuestas como que hay vida después de la muerte. Y efectivamente es una forma de suavizar y de relajar un tema como ese. No obstante sobre las religiones hay un abierto debate sobre si son creadas por la cultura del hombre o es el hombre el que la añade a la cultura.
¿Crea el hombre a la religión porque le hace falta para vivir?, ¿es Dios un invento necesario para aclarar nuestras preguntas?, ¿necesita el ser humano crear algo superior para que lo tutele?
Parece que la lucha entre el egocentrismo y la racionalidad está servida, la primera porque nos hace imposible concebir la idea de que nuestro propio ser pueda dejar de existir sin más, y para ello crea una superestructura en la religión donde nos alivia el sufrimiento y nos encandila con un final optimista, que es la existencia de otra vida, la del más allá. Y la segunda porque la racionalidad nos hace pensar científicamente lo que da a lugar a verdades al margen de la religión, lo que comunmente es llamado filosofía, verdades intuidas que por ser teóricas no pueden ser comprobadas.
Ya los egipcios tenían un claro concepto de lo que era la vida después de la muerte, una recreación de la vida donde incluso había un rey, Osiris. Su preocupación por mantener el cuerpo era la razón de las momificaciones. El cuerpo era el habitáculo del alma, era donde el alma se alojaba físicamente. Su obsesión era tal que si un cuerpo era destruido también se destruía su alma. Era por eso por lo que hacía cientos de representaciones del difunto con estatuas y multiplicaciones de su nombre, el cual era escrito por todas partes para asegurarle la vida eterna.
Y es que en parte parece que estaban en lo cierto. ¿Habita el alma en el cuerpo o cuerpo y alma son conceptos totalmente diferente?. Responder a esta pregunta es básicamente resolver la cuestión que estamos proponiendo.
Hoy día nuestro pensamiento religioso ha variado en lo que respecta al otro mundo. No momificamos el cuerpo porque tenemos mas conocimientos científicos sobre él. Ya no nos importa tanto el cuerpo pero... ¿y el alma?, ¿a donde se dirige el alma cuando expira el cuerpo?.
Es necesario hacer un esfuerzo de abstracción para respondernos a nosotros mismos, desnaturalizarnos de lo que somos y pensar en lo alguna vez no fuimos. Y es que si antes de nacer no eramos,¿ por que hemos de ser algo después?
Sin duda cuerpo y alma, unidos.


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